Hoy os traigo un relato de un buen amigo, argentino para más señas. Espero que disfrutéis del relato tanto como lo he hecho yo, y para cualquier comentario, os dirigís a @sermagri
________________________________________
El
teléfono de mi habitación sonó:
-
Sr, hablo de recepción
-
Si, buenas noches
-
Sr, lo busca la Sra Mar Marina
-
Gracias, que suba...
A
lo lejos escucho la campanilla del ascensor que se detiene en el piso
de mi habitación Doy un último vistazo al cuarto, todo está en
orden. Me pongo unas gotas más de mi perfume preferido para la
ocasión, Polo Blue, justo cuando unos golpecitos suaves pero firmes
se escuchan en la puerta.
Mi
latidos se aceleran... Abro la puerta y nos quedamos mirando... El
tiempo se detiene, te agarro entre mis brazos y nos fundimos en un
abrazo. Tus pechos se clavan en mi pecho, siento que son como tizones
encendidos... Mi miembro se pone duro, duele apretado dentro del
jean. Te das cuenta y me empujas con tu pubis. Te miro y busco tu
boca, con los ojos cerrados la entreabris dispuesta a que mi lengua
busque la tuya... Pero no me apuro, agarro tu labio y con mis dientes
te lo aprieto, con tu lengua tratas de zafarte, pero no te dejo...
Sin
soltar tu boca te llevo al borde de la cama, te siento y tu mano
tantea mi verga dura y queres bajarme la cremallera... No te dejo,
dulcemente pero con firmeza te recuesto. Mis manos te desabotonan la
blusa, tus pechos también parecen estallar. Tus pezones duros,
paraditos, piden a gritos que los bese, que los chupe con
intensidad... Les hago caso, atrapo a uno entre mis labios y con la
lengua le doy golpecitos, comienzas a respirar más hondo, todo me
indica que voy por buen camino y sigo succionando con placer.
Tu
falda corta, no es un impedimento para dejar al descubierto unos
muslos firmes, bien torneados. Mi mano baja y comienzo a acariciar la
parte interna, con la yema de mis dedos. Automáticamente tus piernas
se abren un poquito, en silencio me estás ordenando que toque tu
sexo, que seguramente a esta altura ya debe estar mojadito... Casi
sin querer, mi dedo medio hace un poco de presión a la altura en
donde tu clítoris aún se encuentra protegido por los labios
mayores. Un gemido tuyo, mi verga a punto de estallar... Me tengo que
controlar, pienso.
Me arrodillo junto a vos... Querés incorporarte,
agarrar vos las riendas, ser la hembra dominante... Pero todavía no,
soy yo el que quiere llevarte a tu primer orgasmo.
Arrodillado
entre tus piernas, me acomodo y con destreza te quito la bombacha...
Tu sexo queda a cm de mi cara, te acomodas apoyándote en tus codos,
no querés perderte detalle de como voy a disfrutar bebiendo tus
jugos. Te miro, nos miramos...
Con perversidad mi lengua recorre tu
muslo, tu parte exterior de tu sexo ardiente, tu fastidio me
divierte:
-
Por favor - me decís casi suplicando - Pedime Mar, pedime
-
Chupamela.. Ahora!
Con
dulzura, mi lengua te penetra hasta llegar a tu clítoris hinchado de
placer, tus jugos salados... Los saboreo como la ostra más preciada,
con mi lengua dentro tuyo te miro . Verte gozar a punto de estallar,
hace que mi lengua enloquecida se introduzca dentro tuyo. Estás a
punto de acabar, me doy cuenta por tus gemidos, por el estremecer de
tu cuerpo. Me agarrás la cabeza para hundirla con fuerza en tu
concha mojada por mi saliva y tus jugos pero me zafo, saco mi lengua
que sin aviso se mete traicioneramente en tu culo, que suavemente se
relaja y se distiende... Ahora si, no das mas!
Hundo mi cara en tu
sexo, siento como tus jugos comienzan a emborracharme. Tu cuerpo se
arquea, tus uñas se clavan en mis hombros... Te miro, nos miramos
justo cuando estallás... Que hermosa imagen verte retorcida de
placer... Lamo con total dulzura tus jugos, mi saliva...
Mi dulce
Mar, tu sexo salado como el mar, y yo bebí de el.
Me
quedo así, quieto y expectante esperando que disfrutes tu explosivo
orgasmo, mi cara y mi barbita prolijamente recortada, huelen a tu
sexo. Como al descuido y antes de incorporarme la punta de mi lengua
humeda acaricia tu clitoris todavía hinchado, das un estertor de
placer. Me pongo de pié y saco mi verga dura y, a este punto
viscosa. Me bajo los pantalones y agarrándola firmemente, te la
refriego por tu sexo. Muy lentamente mi cabeza roja y deseosa de
acción recorre cm a cm tu concha jugosa...
De pronto, como resucitada de un sopor profundo, te sentás en el borde de la cama.
Ahora sos vos la que quiere tomar las riendas, y sin darme tiempo a
nada tu boca se abre y mi verga caliente con el calor y la humedad de
tu boca parece que va a estallar. Hago fuerzas para no acabar, no
todavía. Tu lengua se envuelve a mi miembro como queriendo apretarlo
y exprimirlo para que libere su nectar. Tu mano agarran mis huevos,
sospesandolos concienzudamente como midiendo la cantidad de leche con
la que podrás deleitarte, como un oso se relame cuando encuentra un
panal deseoso de sacarle toda su miel.
No
doy mas... Me mirás y te sonreís pensando que ahora sos vos la que
va a determinar cuando y como beberás mi néctar...
-
Querés acabar?
-
En un ratito - contesté arrepintiéndome, sin determinar bien si
aguantaría mucho más ése suplicio, pero a su vez deseoso de
tenerte ahí dándome tanto placer...
Sacándote mi verga de la boca te parás frente mí me mirás, me besás.
Nuestros olores se mezclan, nuestros gustos se intercambian. Te
apoyas en mí, firmemente. Ahora sos vos la que me recuesta en la
cama. Estoy boca arriba, te subís encima mío dispuesta a
cabalgarme. Ése segundo que me diste alcanzaron para darme un
pequeño respiro... El embate final, pienso.
Con
destreza y maestría miro como muy lentamente te vas sentando sobre
mí verga dura, el calor de tu boca es reemplazado por tu caliente y
mojado sexo, me mirás y con ritmo suave y preciso comenzás a mover
tus caderas, tus pechos también se bambolean y tus pezones erectos
me apuntan acusadores... Creo que me voy a desmayar del placer!
De
golpe, una sonrisa cómplice se dibuja en tu rostro.. Tus movimientos
acompasados se detienen, me desespero trato de seguir yo con el ritmo
que traías:
-
Shhh - me susurrás - quieto!!
Obedezco
mansamente, de golpe siento como los músculos de tu concha húmeda,
caliente y jugosa, aprietan mi verga una y otra vez... Ahora si, no
aguanto más:
-
Por favor, no doy más... - casi te suplico - quiero acabar!
-
Yo también, quiero tomar mi recompensa...
Un
brillo de venganza cruzó tu mirada. Con una rapidéz asombrosa
te
das vuelta, tu sexo en mi cara, mi sexo ardiente en tu boca. Te chupo
con descaro, con desesperación... Siento como la chupás con el
mismo descaro e idéntica desesperación... No lucho más, me entrego
a vos... Mis jadeos y tus jadeos retumban en la habitación...
Exploto, explotás... Siento que mi néctar tan codiciado por vos,
fluye a borbotones. Tu sexo también generoso me entrega sus jugos.
Tu lengua, pulcra y hacendosa lame mi sexo inerte en búsqueda de
cualquir gota del elixir tan preciado. Nos quedamos así segundos que
se transforman en horas.
Te
das vuelta, tu cabeza reposa sobre mi pecho. Mi mano la acaricia y
juguetea con tu pelo.
Me
mirás y con ése timbre de voz tuyo tan particular, que quedará
grabado para siempre en mi memoria, me decís:
-
Descansemos un poquito que esto en ratito continúa, no es cierto??
-
Si, esto va a continuar - un pequeño cosquilleo en mi bajovientre me
indica que estoy acertado...
No hay comentarios:
Publicar un comentario