Freyax

martes, 28 de enero de 2014

Bicuriosidad femenina

Hoy en día hay un fenómeno que avanza dentro del ambiente liberal a una velocidad increíble.

Últimamente me llaman mucho la atención los comportamientos, teóricamente sexuales, de una serie de mujeres.
No puedo hacer una valoración global de edades porque las hay desde los dieciocho hasta los cincuenta y tantos, pero el caso es que todas y cada una de ellas cumplen un perfil idéntico siempre que van como parejas liberales a buscar sexo de intercambio o sexo en grupo: se definen como bicuriosas.

Me he tomado las molestias de buscarlo y Wikipedia me ha obsequiado con esta descripción que no tiene desperdicio:
Bicurioso es un término referido tanto a una persona que no se identifica como bisexual ni homosexual pero siente o muestra curiosidad por una relación o actividad sexual con alguien del mismo sexo, como a una persona que no se identifica como bisexual ni homosexual pero muestra curiosidad por una relación o actividad sexual con alguien del sexo opuesto. Otros nombres equivalentes con este último sentido del término son homoflexible y heteroflexible, según corresponda a una persona predominantemente homosexual que ocasionalmente puede tener alguna relación heterosexual, como a una persona predominantemente heterosexual que en ocasiones puede mantener algún contacto homosexual, respectivamente.
Además el término bicurioso puede aplicarse a la persona que no haya tenido experiencias homosexuales (o muy pocas), pero puede llegar a autoidentificarse bisexual u homosexual si explora o profundiza más en estos sentimientos, o a la que no quiere identificarse explícitamente como bisexual.”

Hasta nos brindan palabras como homoflexible o heteroflexible … ¡son la leche!
Y atención en el último párrafo donde nos aclaran que aquel que realmente sea bisexual puede autoidentificarse como bicurioso a puro antojo. Impresionante.

Estoy de acuerdo en que la curiosidad sexual siempre ha existido, ahora en menor medida, pero sigue viva y latente en nuestra sociedad, y mientras se mantenga así creo que vamos por el buen camino. 
Hablo de mujeres heterosexuales hasta la médula que fingen una orientación sexual que no es la suya, con la única finalidad de excitar, sorprender, etc… a sus maridos o compañeros, (que siempre han tenido la fantasía de ver a su mujer con otra) o por el mero hecho de modernizarse, innovarse y tropocientos motivos más totalmente erróneos, autodenominándose bicuriosas.
Se puede tener al marido feliz sin necesidad de fingir una orientación sexual. La naturalidad es lo más bello, sensual y excitante que hay entre las parejas liberales. Porque, además, al final se termina descubriendo la verdad que escondéis bajo esos disfraces de matadoras locas por lamer un clítoris. Eso se percibe, creedme, se nota mucho, y no sólo en el modo que tenéis de acariciar unos pezones, besar o cualquier otro acto estrictamente sexual; se percibe en vuestro comportamiento antinatural. Y esto no gusta, ni a un hombre ni a una mujer.
Yo prefiero estar haciendo sexo en grupo con mujeres heterosexuales, y ver sus caras de vicio -aunque no haya contacto físico-, que estar rodeada de bicuriosas actuando con un histrionismo espantoso enmascarando repugnancia.
La bisexualidad, apreciadas amigas, es algo natural, es simplemente una orientación sexual de la que no es necesario ir predicando a los cuatro vientos.
La bisexualidad no es una moda como las tetas de silicona; ésa no se compra. La bisexualidad ni da, ni quita caché. No entiende de modas. Tampoco la podéis adquirir de un día para otro, como capricho o amor a primera vista, porque la bisexualidad, amigas mías, no es como un complemento de temporada que falta en vuestro armario.

Entiendo que la curiosidad os mate, y me gusta la idea de que las personas experimenten, porque, efectivamente, cualquier cosa puede sorprendernos en cualquier instante de nuestras vidas. Pero que, una vez probado y teniendo claro que no os gusta, que aún así lo finjáis, me parece una soberana tontería; cada uno es lo que es. Y todo es respetable.
Con todo esto sólo quiero transmitir, una vez más, que la naturalidad, cuando se habla o se practica sexo, es fundamental.

Nunca dejes de jugar.




sábado, 25 de enero de 2014

Iniciarse como pareja liberal


Cada vez son más las parejas liberales que entran en esta "opción de vida", una pareja cuando decide probar el intercambio con otra pareja es una continuación de su vida sexual, como pareja se conocen y saben los gustos sexuales el uno del otro, por lo tanto optan por preservar para su intimidad de "cara a la galería" esta práctica.

Para una primera vez, optan por ir a un local liberal para ver el ambiente, allí pueden sentarse en la barra y observar las idas y venidas, lanzar miradas y ser mirados, hacer amigos.

Un club liberal es un lugar muy discreto y las personas que suelen frecuentarlo también lo son.

Si deseáis iniciaros como pareja liberal y dar el paso de ir a un club, no os recomiendo que lo hagáis un sábado que es por así decirlo, “el día grande”, actualmente los horarios de dichos establecimientos son muy amplios y sus ofertas también, existiendo días específicos para tríos, gays, bisexuales…por lo tanto, infórmate antes de ir, casi todos tienen su página web.

Para empezar como pareja liberal, debes diferenciar lo físico de lo emocional, las parejas que disfrutan realmente de este ambiente son las que son más estables emocionalmente.

Debéis entender que como en cualquier otra práctica sexual, en el intercambio de parejas liberales hay engaños, las parejas que quieren arreglar su relación de aburrimiento y monotonía haciendo esta práctica se les va a notar enseguida. Porque si el sexo en una pareja es una fusión, así se va racionalizar que tu pareja, delante de ti, este con otra persona. Es el concepto claro, que si tu pareja disfruta, tú lo haces más.

Si llegáis a hacer un intercambio de parejas liberales, y no os gusta, no os preocupéis, las opciones son muy amplias, algunos lo practican cada semana, otros durante un periodo de tiempo y luego lo dejan, otros solo una vez por un mal recuerdo y otros de momento son más “sibaritas” y quieren la complicidad de la relación, quedar, tomar algo, unas risas, y poco a poco que vaya surgiendo, no un “aquí te pillo aquí te mato”…todas las opciones son válidas y personales, solo hay que encontrar esa pareja liberal que sea lo que realmente se desea.

El abanico es amplio, dentro del ambiente liberal tenemos parejas de todas las edades y nivel sociocultural, chicas y chicos solos (cuando se desea un trío) de igual condición.

Mi consejo, habladlo y tener las ideas no claras, sino transparentes y así disfrutareis plenamente del juego más adulto en el que podéis participar.

Nunca dejes de jugar.