Freyax

lunes, 21 de enero de 2013

ME FALTAS


Todo esto es un poco extraño. Miento, porque en el fondo lo conozco de otras veces.... pero me resulta tan... ¿lejano?.... no, tal vez siempre es distinto y aunque situaciones parecidas se sucedan en el tiempo, son siempre extrañas, aunque muy estimulantes.

La sensación de “esperar” algo en cualquier momento crea una especie de dependencia maligna, que no es sana, y mucho menos objetiva, pero por otra parte provoca un estado de ánimo agridulce, turbio, vehemente, de confusión e ilusión, de ansiedad y de sereno compás de espera, de esperanza y de sorpresa.

Desde luego no es algo que produzca indiferencia, y por eso es tan “distinto”.

Los italianos utilizan una expresión a mi juicio idónea para expresar este tipo de sentimientos, cuando echas a alguien de menos, aunque no sabes explicarte bien por qué. “Mi hai mancato” o “mi manchi”, dicen. “Me has faltado”, o “me faltas”. Y está muy bien buscado, porque a un sentimiento que se supone de grata dependencia, se le une esa otra extraña sensación de vacío que no se sabe muy bien por qué está ahí, por qué se llega a sentir. Falta algo... ¿pero qué?... Te falta alguien, pero ¿quién.. por qué... para qué?... ¿Qué parte de tu vacío estaría destinado a ocupar en caso de que no sintieses su ausencia?

La sensación es tan vana y ambigua cuanto embriagadora y, por qué no, dolorosa.

¿Por qué antes de padecerla te sentías más o menos “completo” (o completado) y ahora te falta tanto?

Y lo peor de todo es que a fin de cuentas este sentimiento confuso termine siendo una simple ilusión refleja e intuitiva, traída desde nuestro subconsciente para recordarnos, de tanto en tanto, que a fin de cuentas estamos solos, y nos falta todo. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario