Esa
noche Mar y yo habíamos planificado una noche especial, se iba a ir
a cenar sola con nuestro amigo Dani, y yo lo único que sabia era el
restaurante donde iban a ir.
Poco
antes de la hora en la que nuestro amigo tenia que llegar a casa me
despedí de Mar que ya estaba acabándose de arreglar y me dirigí al
restaurante donde cenarían, cuando llegue aún estaba medio vacío y
pude elegir una mesa desde la que controlaba todo el establecimiento,
me gusto el ambiente del local era cálido y agradable, empece a
cenar solo, sin apartar la vista de la puerta, hasta que unos 20
minutos más tarde los vi entrar de la mano muy cariñosos el uno con
el otro.
Mar
se había puesto unos tacones de vértigo, una mini y una blusa que
dejaba al aire un escote que alegraría la cena al camarero, ella me
busco con disimulo hasta que cruzamos la mirada, le asentí y se
sentó mirando hacia mi posición, mientras Dani seguía ajeno a mi
presencia, él no dejaba de mimarla, de besarla y de acariciar sus
muslos, la verdad es que estaba muy cariñoso, me gustaba notar como
ella miraba hacia mi cada vez que él tenia un gesto con ella, la situación era muy morbosa, nadie
en el restaurante dudaba de que ellos eran una pareja.
Una
vez terminaron de cenar salieron abrazados del restaurante y mientras
pagaba mi cuenta recibí un sms diciéndome que se iban a tomar la
primera copa a un pub cercano, cuando llegué, estaba muy
lleno, empece a buscarlos en medio de la penumbra hasta que los
localice en un rincón del local, se estaban besando apasionadamente,
el recorría la cintura de ella con sus manos hasta llegar a su culo,
que apretaba y acercaba hacia él, en ese instante la mirada de Mar y
la mía se cruzaron y note como ella ponía más pasión aún en el
beso, guió una de las manos de nuestro amigo a uno de sus pechos y
poco a poco la fue bajando hasta llegar al inicio de su minifalda,
por como me miro Mar supe que en ese instante el había acariciado su
rajita y que la había encontrado muy mojada, estuvieron besándose
durante un buen rato, el seguía ajeno a mi presencia, mientras mi
mujer me miraba continuamente.
Cuando
Dani se acerco a la barra a pedir otra copa Mar se levantó y caminó hacia mi
posición, la veía acercarse pensando lo que me diría o haría,
pero al llegar a mi lado continuo caminando como si yo no estuviera
allí, fue entonces cuando me di cuenta de que estaba justo al lado
del baño, donde ella entró.
En un momento que dejé de mirar, los perdí de vista, por más que les buscaba no les
veía, recorrí el local una y otra vez hasta que llegue a la
conclusión de que se habían ido, espere por si Mar me enviaba otro
mensaje pero no lo hizo, por lo que decidí ir de vuelta para casa.
Cuando
llegue vi el coche de nuestro amigo aparcado en la puerta, abrí la
puerta con sigilo y lo primero que vi fue la blusa de ella en el
suelo y unos pasos más allá la camisa de él, la ropa tirada, por
el suelo me guiaba hacia nuestra habitación donde se veía una luz
tenue, habían dejado la puerta abierta, tenía una posición
privilegiada yo les veía perfectamente pero para ellos era imposible
verme a mi. Desnudos en nuestra cama, Dani estaba estirado boca
arriba y Mar le comía la polla con gusto, veía como su lengua
recorría todo su falo desde la base hasta el glande, consiguiendo
ponerla aún más dura, después de recrearse un buen rato comiéndosela mi mujer se dispuso a sentarse encima, le cogió
la polla con una mano y la empezó a guiar hacia su coño, ví como
frotaba su glande con su rajita para humedecer la punta de la polla y
cuando ya no podía resistir más se dejo caer, teniendo ella el
primer orgasmo justo al notar como la polla dura y potente entraba
dentro.
Mar
arqueaba su espalda mientras el agarraba sus tetas, cuando se empezó
a recuperar del orgasmo se dejo caer encima de Dani para que
mordisqueara sus pezones mientras se la follaba, yo ya tenia la polla
en la mano y me pajeaba mientras veía como mi mujer disfrutaba con
la polla de su acompañante en lo más profundo de su coño,
cambiaron de postura y él se puso encima de ella y se la empezó a
follar con fuerza intentando entrar con cada empujón un poco más
dentro de ella, hasta que en medio de gemidos y gritos se corrieron
los dos a la vez, cosa que provocó también mi orgasmo, me gusto ver
como su amigo era cariñoso con mi mujer, la besaba y abrazaba,
apagaron la luz y les oí decir que me iban a esperar en la cama para
darme una sorpresa, fui a limpiarme un poco y cuando volví, estaban
los 2 dormidos, les vi tan a gusto que les deje dormir juntos y yo me
estiré en el sofá, teníais que ver su cara de sorpresa cuando a la
mañana siguiente les desperté con el desayuno en la cama.
una vieja fantasía nuestra, solo que El chcio no debe conocer a pascual y pensar quee s una infidelidad de verdad
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