Aunque
estoy firmemente en contra del falso dicho, de que los hombres solo
piensan en sexo, creo que son seres muy racionales y tienen, además
de esa, muchas otras cosas en que pensar, también me da que a los
hombres solo les hace falta que la pasión entre las sábanas
se ponga al máximo para que dejen de pensar. La mente se les queda
en blanco y toda la superficie cerebral se dedica al saludable
ejercicio de disfrutar el momento.
El
hombre se suele plantear muchas cuestiones antes de tener sexo,
dichas cuestiones varían si están con alguien con quien comparten
un sentimiento o solo es un rollito de una noche. Pero así a groso
modo, pueden ser estas:
“Cual
va a ser su siguiente postura o movimiento”.
“Si
le gusta fuerte, suave, lento, rápido”.
“Si
lo hace de la forma que a él le gusta”
“Si
la está satisfaciendo”
“Que
significa ese gesto o esa mirada”
“Ese
sonido ha sido de dolor o de gusto”
En
cambio una mujer cuando nos quitamos la ropa, el cerebro se nos
acelera: las mujeres pensamos mientras actuamos. Y lo de actuar es
literal: en nuestra cabecita, muchas veces no eres tú el que me está
volviendo loca. Pero eso no significa que no estamos en lo que
estamos, o con quien estamos, sino que tendemos a poder, como se
suele decir, hacer muchas cosas a la vez. Porque al fin y al cabo, no
solemos ser nosotras las que dirigimos: “Oh, cariño así me gusta
mucho…” o “sigue así”, o “si te paras ahora te mato”…
Algunos
pensamientos que en algún que otro momento nos ha podido pasar por
la cabecita en ese momento:
“Lo
estoy haciendo bien? Le gustará?”
“A
ver si se da prisa y termina ya”
“Ahhh,
maldita sea: ¿llevo las piernas depiladas?”
“Ahora
me gustaría que otro me tocará o nos mirara.”
“Por
qué no utilizamos nunca algo “estimulante”?
“Me
he dejado la lavadora puesta?”
“No
lo hace igual que Alex (el ex). “
Siempre
he creído que, todos son simples y divertidos tópicos y por lo
tanto, suelen quedarse en una mera anécdota.. Cada uno somos un
mundo, rico, pleno, estimulante, edificante….y muchas más cosas
que nos hacen ser únicos y entender el sexo (antes, durante y
después), de formas muy distintas.